Cuando los mellizos eran pequeñitos solíamos usar los capazos como camas portátiles cuando estábamos en casa de familiares o amigos a la hora de la siesta. Son tan fáciles de poner y quitar de clip que era mucho más fácil que llevar cualquier cama portátil, además siempre sabíamos que estaban seguros porque no había posibilidad de que se salieran rodando de ellos, incluso cuando crecieron. Lo mejor era poder ver las caras de mis hijos mientras corríamos y caminábamos, siempre parecían tan intrigados por el mundo que les rodeaba. Además, siempre sabía cuándo se habían dormido, ¡lo cual era genial! La verdad es que me dio mucha pena cuando por fin crecieron lo suficiente como para cambiarlos a los asientos orientados hacia la fuente; la ventaja de que fueran muy prematuros fue que pude tenerlos orientados hacia mí en los capazos durante bastante tiempo. Definitivamente recomendaría los capazos a cualquier mamá de gemelos o de un solo bebé. Lo único que me resultó complicado fue montarlos la primera vez, ya fuera por las hormonas del embarazo o por el desvanecimiento del cerebro, las instrucciones me parecieron demasiado básicas. La segunda vez que las monté al convertirlas fue mucho más fácil.

Nos encantan nuestros capazos duet . Hacen que salir con nuestros gemelos sea mucho más fácil, proporcionando un lugar suave y seguro para dormir cuando están fuera de casa.